Hablemos del lip gloss. Este particular producto de labios se creó en los años 30 para aportar brillo a los labios de las actrices de las películas, aunque fueran en blanco y negro. Empezó a popularizarse entre el gran público cuando empezaron a comercializarse glosses de sabores, allá por la década de 1970. Y es que no solo daba luminosidad a los labios, sino que también aportaba hidratación.
Fue más tarde, en los 2000 cuando vivió su mayor apogeo. No hay look icónico dosmilero que no incluya un gloss de labios. Empezaron a aparecer en diferentes colores, con purpurina, en multitud de formatos ¡hasta lo podías colgar de tu móvil de tapa!
Con la llegada de la nueva década, la moda desterró el brillo para dar paso a los labiales líquidos mate. Pasarían casi diez años más hasta que el lip gloss ganase nuestros corazones de nuevo. Los nuevos años 20 son el momento de la variedad, la convivencia y diversidad. Se acaban las normas que marcan cómo debes llevar tu maquillaje, lo importante es que te veas bien y te gustes. Los brillos labiales ahora comparten protagonismo con los labiales mate, las barras de labios e incluso los bálsamos, para esos días que solo te apetece aportar un toque de hidratación.
Nuestro The Lip Gloss te permite conseguir un efecto gloss y brillo con su fórmula ligera y cremosa. Cuenta con 8 tonos diferentes super shiny para resaltar cualquier look ¡Ah, y no es pegajoso!
¿Te atreves? Te damos nuestro 3INA TIP:
Paso 1: Perfila tus labios con The Automatic Lip Pencil del mismo tono
Paso 2: Aplica The Lip Gloss en tus labios desde el centro hacia las comisuras
Supertruco: Para conseguir un efecto de más grosor, aplícalo encima de The Lipstick del mismo tono.
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