No todos los iconos nacen bajo los focos. Mientras el 503 se coronaba como el nude rosado universal, el 254 iba ganando adeptas en silencio—pasando de neceser en neceser, hasta terminar en boca de todos. Literalmente.
Se ha compartido por chats, prestado en copas, y visto en cumpleaños y karaoke improvisados. El 254 se ha convertido en ese tono compartido. Lo usaste una vez, tu amiga te preguntó, y ahora vive en la mitad del grupo. Así es como funciona el 254: se pasa de boca en boca. Toda una leyenda.
Y tras años volando bajo el radar, por fin va a tener su momento. El 25 de abril es ahora el Día Mundial (No Oficial) del Rosa Vintage. Porque cuando un tono tiene tantos fans, merece su propio día.
¿Por qué el 254 es tan icónico?
Es ese equilibrio perfecto entre rosa y rojo que siempre favorece. Da color sin pasarse. Es el que eliges cuando sales con prisa, pero quieres verte bien. Quizá por eso cada persona lo lleva a su manera, pero lo adoran por igual.
Y como todo favorito de culto, el 254 viene en cuatro fórmulas distintas. Porque no hay dos personas que lo usen igual.
La familia 254: todas las formas de llevar rosa vintage
Para perfilar con precisión o rellenar todo el labio. Acabado mate, larga duración y muy fácil de aplicar.
El semi mate que combina con todo. Es ese labial comodín que usas sin pensarlo dos veces.
El más potente del grupo. Mate, sin transferencias y con 12 horas de duración. A prueba de todo.
Hidratante, luminoso y la fusión perfecta entre bálsamo y labial. Con Manteca de Karité para un acabado fresco y radiante.
Las amigas no copian looks, los comparten.
De un labial prestado a una obsesión real, el 254 se ha ganado su estatus de culto como debe ser: por recomendaciones, neceseres compartidos y confesiones a medianoche. Si lo has llevado, lo has amado o lo has regalado... ya formas parte del culto.
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